Señoras y señores todos sabemos que la crisis esta afectando de lleno a la economía mundial. Muchos expertos afirman que es precisamente en estos tiempos difíciles cuando más se agudiza el ingenio de los artistas y creadores para poder salir a flote. Pues bien, creo que quienes sentenciaron esta frase no tuvieron en cuenta que la imaginación y lucidez de Hollywood, desde mi punto de vista, no parece estar pasando una de sus mejores etapas. Evidenciando algunas excepciones, parece que la industria cinematográfica americana se le ha dado ahora por vivir de segundas entregas y de clásicos remakes que un su día funcionaron. Y es que proponerse que los fines comerciales eclipsen a los artísticos, acaba (nunca mejor dicho) pasando factura.
Como podríamos estar hablando horas y horas sobre todas estas reinterpretaciones, prefiero basarme en uno de los últimos remakes que se estrenaron a finales del 2008, apenas dos meses atrás. Hablo ni más ni menos que de Ultimátum a la Tierra (The Day the Earth Stood Still) un film dirigido por Scott Derrickson y protagonizado Keanu Reeves.
Este remake se basa en el original estrenado en 1951, y aunque mantenga el título original, la nueva propuesta de Derrickson no se basa en ningún ultimátum ya que en esta versión el extraterrestre pacifista no viene con intención de avisar a la humanidad de que cambie sus malas conductas, sino más bien viene a decir que ya es un poco tarde para hacerse los arrepentidos. Con esto, aprovecho para invitar a reflexionar sobre el echo de que desde hace más de cincuenta años que se viene cuestionando nuestra actitud "destroyer" ante la naturaleza y el medioambiente y nosotros seguimos como seguimos. Además, si alguna vez en la vida real apareciera un monstruo para advertirnos de nuestra inminente desaparición de la tierra, no tengo la menor duda de que Keanu Reeves seguiría poniendo la misma cara de palo que la que mantiene durante todo el film. Este no cambiaría de gesto ni que se pillara con la cremallera del pantalón. Por otra parte, la interpretación de Jennifer Conelly, protagonista femenina del film, sólo se salva por su cara bonita y respecto al hijo de Will Smith podemos decir que, entre su corta edad y el elenco de actores que le rodea, aprueba su interpretación con nota.
Si bien no recomendaría nunca esta película a una amigo al que quisiera, aunque fuera solo un poquito, nunca en la vida invitaría a ver este film a un acérrimo fan de los Monty Python ya que la aparición de John Cleese deja muy mal sabor de boca a aquellos que hemos reído y gozado con él, con uno de los mejores actores y humoristas británicos de la historia. Espero John que esto solo sea un bache pasajero.
Así pues, si alguno de esos eternos domingos se os plantea la posibilidad de ver Ultimátum a la Tierra o ir al bar a ver un partido de fútbol con los colegas, puede que quizá con la segunda opción observéis a mejores actores interpretando delante de un árbitro.
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